Quotidianum

Los LIDLscopios: «Desde que la conozco he asociado la marca LIDL con ofertas de productos alimentarios de nombre inverosímil a precios bajísimos, pero desde hace poco me tiene sorprendido con algunas de las cosas que se pueden comprar por allí -al»

Tu quoque, Pater?

Pues claro. ¡Iba a dejar pasar esta frikada! :-)

A mi me parecieron ya demasiados trastos en casa :-(, necesito un minipiso ya!!! ;-) ( sana envidia )

Pero eso... ¿qué es?

Si le digo la verdad, ya no me acuerdo. Pero mola :-)

Para los que no saben qué c... es eso.Es un trozo de la aureola de Sanantón do Castelo... liofilizada.

¡Premio para don Rigel! El que sabe, sabe...

En su defecto, también puede parecerse a un trocito muy pequeñito de un corte de pino joven o similar, a todos los aumentos que da el maquinillo. Pero sin estar demasiado seguro.

Lo que demuestra que los santos laicos tenemos la aureola de madera mala, en lugar de ser de oro como la de los santos religiosos. ¿O es que alguien pensaba que no iba a haber clases en esto de la santidad?

Lignum crucis, sin duda. Véase la sangre derramada, y tal.

¡Hala, que gore! Santa Gore, será, por eso del lignum crucis. Pero ¿no ve usted una teleplastia en forma de cabeza de cerdito mirando hacia la izquierda en lo que usted llama sangre derramada?

Un cochinillo es un cochinillo, y si no pregúntele a Sanantón, que de cochinillos sabe:

San Antón tiene un tocino
al que da sopas con vino
y le dicen borrachón
¡Que vivan la gaita y San Antón!

De lo cual se deduce que las células del pino tienen núcleo, menos una que tiene cochinillo. Ésa es la buena.

Que siempre me he de olvidar de poner el nombre, cachis!

No es cochinillo. Es una langosta. O un centollo, no está muy claro. Sujeto a interpretación doctrinal.

Como el Limbo.

Pues en esa cosita rosa de abajo veo claramente la cabeza de un can, uno de esos chihuahuas malhumorados y pelones que guardan las puertas del purjatorio.

Por cierto, Daurmiuth, ¿por qué no nos da unas instrucciones para la preparación de muestras?

Materiales:

Uña de pulgar
Hoja de gillette

Móntese un microtomo casero usando la uña del pulgar como superficie contra la que resbalar la gillette para cortar una rodajita lo más fina posible de lo que sea. La pones en el porta y miras. Yatá.

El resto es teñir, la verdad. La tinción es más bien para aumentar el contraste de las estructuras de lo que sea, de modo que a veces es obviable. Si no, pues el azul de metileno de toda la vida. Y si hay prisas, Betadine. El yodo se fija bien al almidón de muestras vegetales. Ojito, hay que diluirlo en alcohol o todo se verá negro.

Fijaciones y tal, pues no son imprescindibles. Y lo más divertido de todo es observar protozoos, que no necesitan tinciones ni gaitas. Mínimo aumento, paciencia, agua podridita, y ¡a cazar! El primero que pille un Stentor, premio.

Señor Vendell, aquí la señora Daurmith está hoy en plan optimista. Para cazar un paramecio que goce de buena salud, sin ir más lejos, hay que montar el objetivo en un trípode de los que usan los cámaras de televisión para filmar carreras de motos, tal es la velocidad a la que se mueve el bicho visto a 400 aumentos. Dicen los cánones del gremio que ha de echarse un poquititititito de glicerina sobre el porta para que los pobres muchachuelos se agoten y vayan a una velocidad aceptable. Pero para mí tengo que no pasa de ser una leyenda urbana forjada al oeste del Pecos.

Y tampoco se crea lo del Stentor. El primero fue obra de un pintor surrealista, y desde entonces todo el mundo dice que los ve. Algunos, más jetas, hasta presentan fotos que no son más que trucajes hechos con el fotochó. Antes pillará usted una sirena a caballo de un unicornio alado.

Y para tinciones, nada como el Salsafrán, sucedáneo barato del azafrán de toda la vida. Si no le funciona con las preparaciones, aprovéchelo en un arroz con pollo.

Sobre colorantes para teñir:

Hay una ciudad en el noroeste que se esconde entre el viento y un antiguo faro. Hay también, camino del faro, una calle por la que el viento no puede pasar; desde siempre las gentes la usaron para paseo y comercio. Fue primero lugar de tumbas, más tarde el camino real que le da nombre, y hoy es mezcla de zapatería y comercio chino de trastos inútiles.

A la entrada de ese camino, en dirección al faro a la izquierda, hay una vieja farmacia en la que se esconde un laboratorio de alquimista. En ella puede intentar pasar las pruebas que le pondrá una señora amable. Si lo logra, el alquimista le preparará, a cambio de unos pocos, muy pocos euros, un conjunto de frasquitos con diferentes colorantes con los que experimentar largo tiempo, en plan menú largo y estrecho.

Altamente recomendable.

¡Toma teleplastia!

Alguno me podria chivar preparados o muestras q no sean complicadas de conseguir y q sean curiosas? Acabo de iniciarme en este mundillo y me he quedado sin ideas. Gracias de antemano. Abstenerse graciosillos de chorradas.